Circo, maroma y teatro es lo que intentan ofrecer algunos personajes para convencer a los partidos políticos de que son la mejor opción para la siguiente elección.
Y se les acaba el tiempo con el anuncio de que el próximo 16 de diciembre dará inicio el proceso electoral en el Estado con la instalación del Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE), virtualmente, y la inminente instalación de los Consejos Distritales y Municipales en fechas más adelante.
En Teocelo se escuchan tribus e imposición en Morena. En el PRI lo mismo y los mismos; por el PAN se escucha a un personaje que apoyó al PES para que ganara el actual Alcalde y Síndica; el PRD se ha mantenido callado, porque no tienen candidato o porque tal vez están esperando los tiempos adecuados. De los partidos nuevos y satélites, no se podría decir mucho y falta conocer las alianzas entre los partidos, que reduciría las opciones para los aspirantes.
No es que los aspirantes no tengan derecho a hacer “espectáculo” para llamar la atención, pero no es apropiado que pretendan hacerlo a costa de recursos públicos, o de acciones, o “trabajo”, que no desarrollaron antes de los tiempos electorales.
El informe de Gobierno Municipal de este año, aunque no debería, podría utilizarse como trampolín, por “todas las acciones que se han hecho”, si es que alguien pretende colgarse del trabajo de la Administración Municipal Actual; por lo cual se requiere la participación y observación de tantos ciudadanos como fuera posible, para que sea evaluado realmente por la sociedad, que es la que decidirá a sus siguientes autoridades. El lector y espectador, tendrán siempre la mejor opinión, por estar informados de primera mano.
En muchos sectores y grupos de Teocelo, es común escuchar “¿Quién?, ¿A quién proponemos que no nos salga como los anteriores?”. Pareciera ser que la respuesta es una opción ciudadana. Alguien que aprecie a Teocelo y no lo diga, sino que lo demuestre con su trabajo, del nivel que sea. Alguien que haya podido proyectar el nombre de Teocelo, sin utilizar el dinero del pueblo y que no lo haya hecho sólo en tiempos electorales o cercanos a ellos. Alguien de la ciudad, que conozca la administración pública local, pero no proclive a manejarse “en lo oscurito”.
Alguien que conozca la geografía y los problemas del Municipio, y mejor aún, que tenga propuestas de solución para ellos, sin intentar convertirlos en un negocio personal. Que considere los problemas globales para atacarlos desde lo local.
Pero no hay que olvidar una parte medular y a la que se le da poca atención: al equipo y acompañantes que proponga y lo apoyen para gobernar. El Presidente, no debe decidir por sí solo, sobre todo los temas que atañen al encargo. El actuar, la atención, la respuesta, el cuidado de los bienes, la proyección de trabajo y demás actividades emanadas del servicio público, estarán en manos de las personas cercanas a la comuna, de los funcionarios que eligió.
Bien dice la frase: “Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben. Si no, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú dices.”
De ahí la importancia de generar y estimular a los ciudadanos con valor cívico, honor a su palabra y respeto a su persona.
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