lunes, 22 de marzo de 2021

Cacicazgos obsoletos - Nacho Luna

 

México vive tiempos de cambio, de transformación política y social. Ahora es el pueblo el que manda; el pueblo pone y el pueblo quita. 


Es así que una piedra angular de esta incipiente democracia ha sido garantizar al pueblo la necesaria facultad de elegir libremente a sus representantes populares sin ningún tipo de amenaza, coacción o condicionamiento. Por ello ahora los programas sociales son derechos constitucionales del pueblo y los delitos electorales son delito grave. 


A pesar de ello, la lucha continúa, pues con cierta molestia y hastío, observamos cómo en algunos municipios los cacicazgos se niegan a morir y se aferran con uñas y dientes a estas prácticas obsoletas que el pueblo reprueba. 


Esta forma de heredar los cargos públicos debe quedar atrás, las monarquías y los señoríos feudales se extinguieron hace muchos años aunque los gobiernos prianistas se nieguen a aceptarlo. 


En este sentido cabe hacer un breve recuento histórico. La época feudal y las monarquías quedaron atrás en el espectro de la historia mundial, sabemos que el último Emperador que intentó gobernar nuestro país, Maximiliano de Habsburgo, murió fusilado por el gobierno liberal de Juárez. Más adelante durante la época porfirista, los hacendados y caciques, fueron disminuidos por el fenómeno político conocido como Revolución Mexicana. 


Al cabo de los años, los cacicazgos se rehicieron en las regiones, los municipios se convirtieron en feudos familiares donde una sola familia disponía sin tregua de los cargos públicos, administración tras administración, solo cambiaban los nombres pero la “franquicia” seguía siendo la misma. Entiéndase aquí el término cacicazgo como la herencia del mismo cargo en favor de algún familiar. 


Por fortuna el pueblo ha despertado y vota por opciones diferentes a las imposiciones familiares a modo. Lo vimos en Veracruz cuando el ex gobernador Miguel Ángel Yunes trato de imponer a su hijo para sucederlo en el cargo y el pueblo salió en forma masiva a castigarle con su voto. En el ámbito local, en algunos municipios como Xico, Teocelo, Cosautlán, Ayahualulco e Ixhuacán, esta historia se volverá a repetir, los ciudadanos en las urnas rechazarán cualquier tipo de imposición caciquil que vulnere la inteligencia popular. 


Ello no lo decimos porque sí, ni al azar, lo hemos constatado en nuestros recorridos por aquellas zonas en donde armados solo con el periódico Regeneración, órgano de difusión de Morena, libramos a diario una batalla para despertar las conciencias ciudadanas, pues al igual que el pueblo sabio, repudiamos cualquier intento de alentar los cacicazgos que a estas alturas de nuestra vida democrática sueltan agonizantes sus últimos estertores.





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