lunes, 22 de marzo de 2021

CON-CIENCIA - Por: José Jácome

22 y 23 de marzo, Día Mundial del Agua y Día Meteorológico Mundial



“El cambio climático afecta en gran medida al agua que, a su vez, incide en el desarrollo sostenible y la seguridad. Pero, a diferencia de lo que sucede con la información sobre el aumento de las temperaturas que se coordina internacionalmente, los datos sobre los recursos hídricos son incompletos y están dispersos.  Por ello el Día Mundial del Agua y el Día Meteorológico Mundial están dedicados al agua y el clima. En ese contexto se aborda la dificultad de no poder gestionar lo que no se vigila ni se mide, un mensaje que, lamentablemente, se ha vuelto moneda corriente en el contexto actual de la pandemia del COVID-19”. OMM (Organización Meteorológica Mundial).


El agua es vida. En promedio el ser humano no puede vivir más de tres días sin ella. En medio de la pandemia del COVID-19, alrededor de 3000 millones de personas en todo el mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos. Más de 2000 millones de personas viven en países que sufren un gran estrés hídrico, y unos 4000 millones padecen una grave escasez de agua durante al menos un mes al año. De aquí a 2050, la demanda mundial de agua dulce aumentará entre un 20 % y 30 % respecto del nivel actual.


La mayoría de los ríos y las masas de agua dulce son transfronterizos, y las decisiones que un país adopte en relación con la gestión de recursos hídricos a menudo repercuten en otros países, de modo que el agua se convierte en una posible fuente de paz y de conflicto.


Cambio climático y agua


El cambio climático está afectando la cubierta de nieve y las "torres de agua del mundo", es decir, la nieve y el hielo de las montañas que alimentan las fuentes de agua dulce. El derretimiento de importantes glaciares se viene produciendo durante más de tres decenios, según informan servicios internacionales de vigilancia, lo que está llevando a un aumento de los peligros a corto plazo, como los deslizamientos de tierras y las avalanchas, y a una disminución a largo plazo de la seguridad hídrica para las generaciones futuras.


Actualmente un porcentaje mucho mayor de la precipitación anual se concentra en episodios de precipitación extrema, en lugar de distribuirse de manera más uniforme a través del año, potenciando así el riesgo de crecidas repentinas, uno de los desastres naturales más mortíferos. En muchas partes del mundo, la distribución de las precipitaciones estacionales se está volviendo más errática, lo que afecta a la agricultura, la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de personas.


Cada 23 de marzo se celebra el Día Meteorológico Mundial para conmemorar la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del Convenio por el que se estableció la Organización Meteorológica Mundial, con ello se busca dar más visibilidad al agua en el debate climático.


La OMM se ha comprometido a satisfacer ocho aspiraciones a largo plazo relacionadas con el agua, de modo que:


  • Nadie se vea sorprendido por una crecida
  • Todos estén preparados para la sequía
  • Se cuente con datos hidroclimáticos y meteorológicos que sirvan de apoyo al programa de seguridad alimentaria
  • Se cuente con datos de calidad útiles para la ciencia
  • La ciencia proporcione una base sólida para la hidrología operativa
  • Se tenga un conocimiento profundo de los recursos hídricos a nivel mundial
  • El desarrollo sostenible se apoye en la información sobre todo el ciclo hidrológico; y se sepa cuál es la calidad del agua.


Fuente 

Comunicado de Prensa de la Organización mundial de meteorología del 23 Marzo de 2020: “El Día Meteorológico Mundial se enfoca en el clima y el agua”

https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/el-d%C3%ADa-meteorol%C3%B3gico-mundial-se-enfoca-en-el-clima-y-el-agua




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