lunes, 28 de junio de 2021

Nutrición Express - Por Mirna Luna

El Chile, alimento de los mexicanos.-



Uno de los alimentos que nos identifica culturalmente como mexicanos es el famoso “chile”, si bien no todos en casa lo consumen, al menos un integrante de la familia lo pide a la hora de comer. Este, junto con la calabaza, el maíz y el frijol, conformó la base de la alimentación en muchas generaciones. 


Desde la antigüedad ha sido utilizado por nuestros ancestros con múltiples usos, desde moneda o tributo hasta castigo para los niños mal portados, además de ser uno de los condimentos principales en algunos de los platillos que conocemos.


El chile es de origen mexicano, se estima que fue cultivado desde el año 7000 al 2555 a.C. en las regiones  de Puebla y  Tamaulipas, y es uno de los cultivos más importantes y con gran impacto en la gastronomía a nivel mundial. Las distintas variedades de este alimento se adaptan a los diferentes tipos de suelo y climas de las regiones, lo que da pie a que esté distribuido ampliamente. 


Pero, lo que pocos sabemos, es que el chile es un alimento altamente nutritivo, además de ser también una fuente de colorantes naturales y compuestos secundarios, que se utilizan en la elaboración de productos alimenticios, así como también en la industria cosmética y farmacéutica.


En fresco, se considera el vegetal con mayor concentración de ácido ascórbico (vitamina C); contiene más del doble de esta vitamina que el limón y la naranja y casi seis veces más que la toronja; por su parte, en su forma seca, contiene vitamina A, en una proporción mayor que las zanahorias. Además de que contiene cantidades significativas de vitaminas B, E y de algunos minerales.



También se conoce que este alimento, debido a una sustancia llamada ‘capsaicina’ que es la responsable del picor, estimula el flujo de la saliva y los jugos gástricos, lo que favorece que proteínas presentes en el maíz y el frijol tengan una alta digestibilidad; así podemos entender cuan valiosa es la base alimenticia mexicana formada por este trio (chile, maíz, frijol) encontrando un equilibro y reforzándose entre sí.


Se dice que nuestros ancestros comían chile con casi todo y lograron percibir las propiedades medicinales que tiene, pues se data que preparaban atole de maíz con chile para curar resfriados, fortalecer el cuerpo y hasta para aliviar la depresión. Además, es un estimulante de la buena digestión, las endorfinas y un analgésico natural para aliviar el dolor, según el Ayurveda (el sistema médico tradicional de la India).


Por otro lado, también funge como pigmento natural, debido a la ‘oleorresina’ presente en el producto seco, la cual es extraída  para colorear productos cárnicos, frutas, cereales y hortalizas, quesos madurados, gelatina y muchos más dentro de la industria de los alimentos procesados; en la industria cosmética, es utilizado para producir colorantes para labiales y polvos faciales.


Aunque debemos moderar su consumo si sufrimos malestares gastrointestinales por su cualidad irritante, reconocemos el aporte nutricional y la grandeza de este alimento que nos ha acompañado por generaciones y se ha convertido en un símbolo que da identidad a los mexicanos.

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