En esta época moderna donde todos queremos estar actualizados y rodeados de toda la tecnología, muchas “tradiciones” se han ido perdiendo; entre ellos muchos oficios de antaño que han ido desapareciendo o bien ya son muy pocos. Muchos de esos oficios representaban una tradición cultural e histórica de la región y las nuevas generaciones desconoces por completo alguno de estos oficios, por eso en esta sección estaremos entrevistando a personas con actividades que ya no es tan populares como solía serlo.
Tal es el caso de Leoncio Costeño o ‘Don Leo’ como sus clientes lo conocen; de 51 años de edad y con 15 años como zapatero ubicado en la primera de Xicoténcatl. Oficio de gran tradición y necesidad en buenos tiempos. Aprendió observando a un zapatero ya de mucha experiencia, así conoció y aprendió el oficio.
Una anécdota que nos platica Don Leo, es que al iniciar su trabajo, aproximadamente a los primeros 3 meses, puso las suelas del zapato al revés, el suelo dentro del zapato, un recuerdo chusco y muy bueno para aprender.
Cuando se le preguntó si heredaría su oficio, contesto: “Sí, me gustaría heredar mi tan querido oficio porque es un trabajo fácil y muy bien remunerado, siempre hay chamba”. Además dice que es un trabajo que sigue en pie, siempre hay trabajo, habiendo zapatos tienen trabajo.
Al pedir su opinión de los zapatos de fábrica, opina que “los zapatos de fábrica son muy sencillos, ya que algunos vienen sin costura, ni pegados, sólo a la fuerza de una prensa, con suela de baja calidad ya que solo te venden la marca y el corte” (piel por ejemplo).
Para Don Leo, lo más satisfactorio es que quién le enseñó siempre lo llevó de la mano, nunca le negó la enseñanza y lo apoyó para que aprendiera.
Por último agregó que el mensaje que daría a sus clientes es que siempre tengan la confianza a un zapatero antes de tirarlos, ya que pueden ser arreglados y así sirve para que se ahorren unos pesos más.
Michas gracias a Don Leo por su tiempo para esta columna. Así como nuestro admirable zapatero estaremos publicando los oficios que hace a la gente ganar por trabajo honrado y muy tradicional que conforman los “Hombres Trabajando” que son parte del dinamismo económico.
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