El ángel exterminador.-
Con tu permiso, lector bien avenido, voy a asentar el marco lógico de donde partiremos para la lectura de este artículo. En este caso voy a señalar algunos antecedentes citables que al cabo le van a configurar al marco lógico.
Primero, cuando mencionamos al “ángel exterminador” nos referimos a un ente que justa o injustamente, masacra personas. La referencia es totalmente bíblica, concretamente del antiguo testamento, en el libro de Génesis, cuando llega este siniestro personaje a asesinar a los primogénitos de las casas de los egipcios y de los hebreos en cautiverio que no hubiesen pintado en su puerta un tache, con la sangre de un cordero, sacrificado ex profeso, y que sería consumido por la familia, asado, sin sal, acompañado con pan ácimo y agua; la noche en que el homicida ejercería su misión exterminadora.
Segundo, Luis Buñuel lleva el nombre del ente al título de uno de sus filmes, ‘El Ángel Exterminador’, filmada en México, con un elenco de primera categoría. La trama no coincide con la imagen anterior, pero en la imaginación de Buñuel (y luego del espectador) sobreviene un ente poderoso que instaura una situación fatal alrededor de personas adineradas que tienen una fiesta y decenas de “gatos en la panza”. La cosa es que no pueden abandonar la casa. Esta situación, resulta inexcusable y genera, ya te imaginas, las tensiones.
Tercero, el ángel exterminador es un arma, un medio, un operativo, al cual le concedemos un alto nivel de eficacia.
Cuarto, el ángel exterminador no es una metáfora, es una mala situación que sobreviene sobre personas. Con las siguientes características: es impredecible, es imparable, es contundente, es ocasional, es selectivo, es mortal.
Estos cuatro señalamientos, amigo lector, nos dicen que en la cultura popular y más aún en tiempos pasados, se les ha atribuido a las catástrofes naturales, epidemias y hambrunas, la connotación: castigo. De hecho, lo es, pues causa daños, pero no hay alguien detrás, ejerciendo su voluntad punitiva con tormentas y terremotos. Y en la antigüedad, pues ya ven cómo eran caprichosos los dioses.
Pero, atento lector, esta pandemia, la está causando un virus que tiene las características del ángel exterminador: es impredecible, es imparable, es contundente, es ocasional, es selectivo, es mortal. Ahora, en la Biblia el ángel exterminador es cruento y despiadado, aparentemente enviado por Yahvé, o alguno de sus lugartenientes, para el propósito del éxodo.
En la película de Buñuel el ángel exterminador se extiende por los neuróticos cerebros de los bon vivant y sus pobrezas emocionales. La casa cerrada es el pretexto.
En una última reflexión acerca de la pandemia Covid-19 y sus mutaciones, visto como ángel exterminador, podemos identificar los segmentos de la población con mayor mortalidad y el grado de desarrollo de los países donde corre el virus con mayor velocidad. Esta pandemia es exclusivamente por contagio entre personas.
¿Seremos los que no nos cuidamos ni seguimos las indicaciones de salubridad, saludamos de mano y nos besamos en la calle; los ángeles exterminadores?
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