lunes, 19 de octubre de 2020

DESDE EL AULA - Por: Prof. Julio Hernández Ramírez

Cada día crece el sector de la población que se manifiesta preocupada por la situación que prevalece en el país. Lo grave del asunto estriba en el hecho de que, esa preocupación es plenamente justificada. Muchas son las razones que se pueden exponer para justificar tal afirmación, para el caso, bastan los siguientes ejemplos: el deterioro institucional, y es que construir requiere tiempo, voluntad, esfuerzo y talento; destruir es fácil, la contracción económica con la consecuente pérdida de empleos,  el dramático incremento de pobres, lo que significa una cruel paradoja si se considera la narrativa oficial de “primero los pobres”, la frivolidad con la que se ha atendido la pandemia que tiene sumida en la desesperación a miles y miles de familias, la ambición desmedida por la concentración de poder, la falta de resultados.

Sería muy interesante hacer un ejercicio de revisión crítico y objetivo para conocer cuales son las obras realizadas durante la presente administración del gobierno federal y estatal que hayan impactado positivamente en las condiciones de vida de la población, no vayamos lejos, pensemos en nuestro distrito y municipio. Difícilmente se encontrara una sola obra, menos en las zonas rurales que son las de mayor vulnerabilidad. 



Conforme al texto constitucional, los tres poderes que conforman el sistema político mexicano, gozan de autonomías y son independientes entre si. En la realidad tal principio es una ficción, pues es muy común que el poder ejecutivo invada los ámbitos de competencia de los otros poderes, vulnerando así, su autonomía y socavando el fundamento de la división de poderes. La sociedad espera que el poder Judicial, a golpes de jurisprudencia y mediante resoluciones apegas a la ley, pronunciadas con libertad de criterio, atempere los arrebatos abusivos del ejecutivo, sin embargo, en el imaginario colectivo permea la idea, de que lejos de ser así, al establecer criterios de interpretación de la ley, recibe directrices de instancias que le debieran ser ajenas.

El poder Legislativo, en general, se ha caracterizado por respaldar todas las iniciativas provenientes del ejecutivo aun cuando resulten contrarias a los intereses del pueblo, que es a quien realmente se debe. Los móviles aunque inconfesables no resultan del todo desconocidos. Tal situación no es privativa de la actualidad, aunque pocas veces se había visto una injerencia  tan abierta y tan descarada. Hoy vemos a un Legislativo que como dogma, acríticamente, sin compromiso y sin pudor alguno, respalda los dictados del presidente, aunque a veces se trate de verdaderas aberraciones. Por eso es tan importante establecer los equilibrios y contrapesos. La oportunidad está en el veintiuno.



En el ámbito de la familia, como en el entorno de los amigos y vecinos, he sufrido y visto los cuadros dramáticos que se presentan cuando una mujer contrae el cáncer de mama. Dolor e impotencia se conjugan y vidas en plenitud se marchitan, la normalidad cotidiana de la familia se altera y nada vuelve a ser igual. No quisiéramos que ninguna mujer se vea afectada por tan terrible mal, por eso es tan importante la prevención. La autoexploración debe ser práctica de todos los días, sobre todo en la conciencia de que una detección oportuna, puede salvar la vida.




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