El Blues.-
El blues es más que un género musical, es un acto de rebeldía, una forma de sentir profundo, de soltar los vientos que sacuden el alma; o la mecen al compás de las aguas del Mississippi.
El blues es el hijo profano de los cánticos de los esclavos negros. Tiene el compás tardo, la ejecución trémula, la instrumentación pesada; elementos expresivos que le fueron ganando integridad como género musical.
He tenido el gusto de asistir al ‘Blue Chicago’ (Club de blues en esa ciudad) y sé que ahí siempre hay buena música. Allí te encuentras más viejos que jóvenes y más negros que blancos; y por afinidad en gustos musicales, te la pasas ¡bomba!
Agregando características al blues, más allá del género musical, el blues es catártico, liberador de la neurosis. Toca secretas fibras dormidas y las despierta y las mueve. Por tanto, el blues es evocativo, en sus redes tonales nos transporta a escenas de nuestras vidas.
El blues precede al rock en ese balanceo, como de hamaca, que te lleva de un lado a otro, levemente hipnotizado. Se me figura que el bamboleo de las barcas y balsas, con que navegan el río, influye en esta ondulación del blues.
Se afirma que el blues nace en el delta del río Mississippi. Donde convergen los estados de Luisiana, San Luis Misuri, Kansas, Tenneessi, Georgia, y otro pedacito de Oklahoma; teniendo como centro geográfico la ciudad de Memphis. Como dicen en los libros escolares: cabe decir que cerca está la meca del género Country, Nashville.
La música, los géneros, son sus músicos, sus grabaciones, sus conciertos. En el caso del blues son muchísimos y muy buenos. Cabe decir que el blues floreció en EE.UU. y en los años cincuenta los británicos lo importaron y lo hicieron suyo.
Así que podemos hablar del blues americano e ir desde los fundadores hasta la actual y en plenitud reina de Kansas, Samantha Fish. Y el blues británico lo podemos fechar a partir de Alexis Korner hasta el propio Eric Clapton que sigue tocando (él se ató al blues desde joven.)
El blues parió al ‘rhythm and blues’, y de allí nacieron el Rock, el Soul, un nuevo Gldspel y demás subgéneros de los años 1960. Hasta la aparición de Beach Boys que brincaron la cerca.
Volviendo al blues, es una música entrañable, aparte de ser mistificadora, evocativa y aportar ese aire derrotado, (como andar arrastrando la cobija), el blues te mueve el cerebro y las tripas. Te lleva por truculentos caminos interiores, penumbrosos, con ecos distantes. Y luego, ¡Zas!, te pega directo en el corazón.
(Yo creo que Charly Parker y la señorita Billie Holiday, antes de actuar, ya en modo artista, pensaban: ¡Le voy a partir su madre al público!) (Conmover profundamente).
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