149° aniversario del natalicio de María Enriqueta: Hija predilecta de Coatepec (2ª parte)
María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra, vivió treinta y dos años en Madrid, la capital española. Durante su estadía produjo gran parte de su obra literaria. En 1918 se publicó su primera novela "Mirlitón el compañero de Juan", por mencionar algunas otras como "Jirón de mundo" en 1919, "Sorpresas de la vida" en 1921. Al año siguiente "El Secreto" considerada como la mejor novela femenina hispanoamericana, traducida en portugués, italiano y francés.
Mientras su carrera literaria seguía dando frutos, en Coatepec en marzo de 1923 se le otorgaba el título de Hija Predilecta de Coatepec.
Once años después se conformó una comitiva con el propósito de elevar un monumento en su honor. Dicho grupo estaba compuesto por el Dr. Rafael Sánchez Altamirano, Justino J. Palacios, María Hernández Vela, Francisca García Battle, Margarita Jácome de Pérez y Juana Palma. Mediante eventos comenzaron a recolectar fondos para su edificación.
La mañana del 4 de marzo de 1934 fue develado el obelisco en honor a María Enriqueta, la ceremonia fue presidida por el Secretario de Gobierno, Fernando Salcedo Casas, en representación del gobernador del estado de Veracruz, Miguel Alemán Valdés.
Desde 1925 se había mudado a un chalet en la calle de Héroes de Jaca, que le dio por nombre “Villa de las Acacias”. Sin embargo su tranquilidad y éxitos literarios se vieron interrumpidos en 1936 con el comienzo de la Guerra Civil Española. Terminada la guerra, los Pereyra vieron la llegada al poder de Francisco Franco.
Poco después, Europa entró nuevamente al campo de batalla, la Segunda Guerra Mundial había iniciado con la invasión alemana a Polonia. El gobierno de España declaraba neutralidad. En 1942 fallece don Carlos Pereyra, quedando completamente sola; así pues buscó la manera de retornar a su país. No obstante debía esperar seis años para poder regresar. Una vez autorizada la exhumación, tomó un barco rumbo a México. Llegó a Veracruz en enero de 1948.
Visitó en dos ocasiones más la ciudad de Coatepec en 1948 y 1955, en ambas ocasiones fue recibida con gran emoción por sus paisanos. El ayuntamiento como también miembros de la sociedad coatepecana, le hicieron la invitación de establecerse en su tierra natal, pero María Enriqueta rechazó dichos ofrecimientos, decidiendo regresar a residir a la ciudad de México en la colonia Santa María la Ribera.
Murió el 13 de febrero de 1968 a las 7 de la mañana. Posteriormente después de los homenajes en su honor en la ciudad de México y Xalapa, su cuerpo fue trasladado a Coatepec siendo sepultada en el Cementerio de la ciudad.
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