La fluorescencia y los escorpiones.-
Anteriormente en esta columna habíamos hablado de la bioluminiscencia, un fenómeno por el cual, sustancias hacen una reacción química que libera energía en forma de luz, pero hay otro fenómeno parecido que se llama fluorescencia. En éste, una parte de la luz es absorbida por ciertas sustancias para después liberarla lentamente.
En general las sustancias fluorescentes absorben energía en forma de radiación electromagnética de onda corta (radiación gamma, rayos X, luz Ultra Violeta, luz azul, etc.), y luego la emiten nuevamente a una longitud de onda más larga, dentro del espectro visible. Los ejemplos más notables de fluorescencia ocurren cuando la luz absorbida se encuentra dentro del rango ultravioleta del espectro -invisible al ojo humano- y la luz emitida se encuentra en la región visible. Este es el caso de algunos escorpiones, cuando se les alumbra con luz ultravioleta por la noche o en la obscuridad estos se “iluminan”.
Dos compuestos químicos son los responsables de este efecto, la β-carbolina y la 7-hidroxi-4-metilcumarina, se encuentran en la cutícula de su exoesqueleto, actúan como colectores de fotones, transformando la luz ultravioleta en celeste-verdosa. Científicos que han investigado a estos animales observaron que la intensidad de la fluorescencia aumenta con los años y la dureza de la cutícula, pues se genera más brillo en las zonas más duras. Además, cuando mudan la cutícula su nuevo “traje” no es fluorescente, sino que va adquiriendo la capacidad de iluminarse con el paso del tiempo. Esta misma fosforescencia ayuda a saber donde se encuentran incluso después de muertos, aunque, como sucedería con una batería, se van gastando a medida que transforman la luz UV, aún así pueden permanecer activos por milenios, como se ha comprobado en los escorpiones fósiles.
Lo que no está claro es qué finalidad tiene esta capacidad. Los científicos se han preguntado durante años cómo esta fluorescencia beneficia a las criaturas. Se han hecho hipótesis de que actúa como un protector solar o les ayuda a encontrar parejas en la oscuridad. En años recientes un nuevo estudio científico, publicado en Journal of Natural Products de la American Chemical Society, ha identificado un nuevo compuesto fluorescente a partir de exoesqueletos de escorpión. El equipo asegura que el compuesto podría proteger a estos arácnidos de los parásitos. Se trata de un éster (compuesto) de ftalato que previamente había demostrado tener propiedades anti fúngicas y antiparasitarias en otros organismos. En comparación con los dos compuestos fluorescentes previamente identificados, la nueva molécula probablemente contribuye menos a la fluorescencia del escorpión.
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