Cobradores de Banco Azteca acosan e intimidan ilegalmente a clientes en plena pandemia

Haciendo uso de prepotencia e intimidación, cobradores de Banco Azteca, hostigan ilegalmente a clientes que se han atrasado en sus pagos. Esta práctica es común en estos empleados que acuden a los domicilios a golpear las puertas y a gritar desde la calle, con el argumento de que “cumplen con su trabajo” ignorando que esta acción está penada por la ley de acuerdo al Código Penal de Veracruz.

Esta denuncia ante Semanario ESPRESSO, fue expresada por la señora Martha B, quien con sentimientos encontrados de coraje y vergüenza, relata lo sucedido el pasado domingo 31 de enero y lunes 2 de febrero, cuando acudieron a su casa primero dos y luego tres tipos prepotentes que golpearon irrespetuosamente la puerta. “Me empezaron a gritar por mi nombre desde la calle diciéndome que no se irían hasta que les entregara el pago. Luego, como yo vendo comida, fui a entregar un pedido y me fueron siguiendo 3 tipos, uno de ellos dijo que era el gerente de cobros. En el trayecto, a los gritos, me iban diciendo que si no me daba vergüenza, que debía yo más de 50 mil pesos y que se los tenía que pagar en ese momento. Me presionaban con amenazas a que les tocara a mis vecinos para que me prestaran dinero y se los entregara. Todos los vecinos se dieron cuenta de esta acción. Es cierto que me he retrasado 2 semanas en pagar, pero yo ya había hablado al teléfono indicado que es de la ciudad de México, para explicar mi retraso y que en breve me pondría al corriente”.

Doña Martha contrajo un préstamo de cinco mil pesos, para lo cual está pagando 100 semanas de 159 pesos, lo que representa que pagará casi 16 mil pesos por ese préstamo, con lo cual se cae en el delito de usura.

Semanario ESPRESSO a través de su personal, acudió a la gerencia de Banco Azteca con el fin de conocer la versión del banco, donde la “Gerente” amablemente explicó que el área de cobranza no depende de ella. Mencionó que esa área tiene su domicilio en la calle Xicoténcatl de esta ciudad, pero que “con frecuencia está cerrada porque su trabajo es de campo”. Acudimos a dicho domicilio y efectivamente estuvo cerrado. Le solicitamos que nos concertara una cita con el “gerente de cobros” que hasta el cierre de esta edición, no se dio.

Estas tácticas de cobranza son comunes en esta tienda, donde contratan a gente sin experiencia, a quienes obligan a recuperar los pagos atrasados, ignorando que están cometiendo un delito, tipificado en Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Veracruz, que en su Artículo 173, a la letra señala: “Al que, con la intención de requerir el pago de una deuda, utilice medios ilegítimos, se valga del engaño o efectúe actos de hostigamiento o intimidación en contra del deudor, de quien funja como aval de éste o de quien haya servido como referencia, se le impondrá prisión de seis meses a dos años y una multa de ciento cincuenta a trescientos días de salario mínimo…”.

Además, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) que es una agencia del gobierno mexicano que funciona como defensora de los usuarios de cualquier tipo de servicios financieros, sugiere respeto a los deudores, sobre todo en esta temporada de pandemia. 

Aunque no es el tema de la queja, pero también se demuestra el cobro excesivo de intereses por préstamos, lo cual también se tipifica como USURA en el mismo código, que en el Artículo 221.-A menciona: “Quien aprovechándose de la necesidad apremiante, ignorancia o inexperiencia de otro, obtenga para sí o para un tercero, mediante convenio formal o informal, intereses o utilidades notoriamente superiores a los autorizados o vigentes en el mercado oficial de valores, causándole evidente perjuicio económico, se le impondrán de cuatro a ocho años de prisión y multa hasta de cinco tantos de los intereses devengados en exceso”.

Finalmente doña Martha B. ha recurrido a un despacho de abogados para que la asesoren, e interponer la denuncia correspondiente por acoso, daño moral y los que resulten por estas acciones prepotentes de intimidación, ya que ella nunca se ha negado a pagar. Además sabiendo que hay muchas personas que sufren lo mismo con Banco Azteca, decidió hacer público su caso.