lunes, 28 de septiembre de 2020

DESDE EL AULA - Por: Profesor Julio Hernández Ramírez

 Escuchar... pensar, luego hablar


En torno a una mesa, disfrutando el emblemático aroma del café, discurriendo sobre temas que apasionan, dijeran los clásicos, de la cosa pública, salpicando anécdotas que irremediablemente provocan risa, la charla entre amigos suele ser una delicia. Hablar, defender una tesis, aceptando la opinión del contrario del interlocutor, es edificante, pero escuchar atento la voz que se nutre en la experiencia adquirida desde la trinchera, en una actividad cotidiana que confronta con la realidad, que obliga a tomar decisiones, a asumir responsabilidades y afrontar consecuencias, te previene del ensayo y del error.


Uno debería hablar menos y escuchar más. Pensar lo que se va a decir y reconocer con humildad cuando se equivoca. Muy fija tengo en la memoria una conversación reciente en la que alguien preguntaba cómo hacer para que el ciudadano al momento de emitir su voto, lo haga a conciencia y sobre la consideración de las cualidades de las personas y no sucumba ante la irracionalidad de las filias o fobias o atendiendo promesas vanas que carecen de un principio de realidad. Sin que nadie me pidiera opinión me apresuro en la afirmación de que eso era imposible. Sutilmente y entre líneas se me lleva a reconocer la impertinencia en el uso de lo absoluto imposible. Preferible reconocer que es difícil pero necesario trabajar con paciencia y convicción en el propósito de lograr que, en la intimidad de la casilla, prevalezca la reflexión serena previa al momento de cruzar la boleta, pensando en el perfil de la persona más que en el color, el encono o la revancha. Cuando no sucede así, los costos a pagar son altos.


Manos arriba


A escasos diez meses de que se realicen las elecciones del 2021, como es natural, los ánimos suben de tono. El hecho de que, en el estado de Veracruz, se renueven los doscientos doce Ayuntamientos, le imprime mayor intensidad, pues la disputa por las alcaldías suele ser más reñida.


En el caso de Coatepec, se miran ya, manos alzadas, alegando con razón o sin ella, derechos adquiridos. Hay quienes ya fueron, entregaron malas cuentas, y tienen la osadía o el cinismo de pretender volver a ser. Hay quienes no tienen la más remota idea sobre la administración Municipal, pero se apuntan. Hay quienes lo que realmente buscan es resolver temas estrictamente personales careciendo por completo de una vocación de servicio. Existen también los oportunistas de siempre que tiran alto pensando en caer bajo. 


Por supuesto y por fortuna también hay quienes se toman el tiempo para identificar, haciendo abstracción de personas, la problemática de la Municipalidad, que sopesan el tamaño de la responsabilidad que pretenden asumir y los recursos disponible para su atención; que desde hoy, sin protagonismo, tejen fino, a ras de piso, en un doble sentido, horizontal y vertical, que se ocupan en un ejercicio inteligente de concitar a las élites con el propósito de crear un frente amplio interesado en promover el desarrollo del municipio. El balón está en la cancha de los ciudadanos. Hay mucho que pensar y más que hacer.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario